Impactante, profunda, terrible y adictiva, esta producción de HBO sí que vale la pena. El oscuro existencialismo de Rustin Cohle (Matthew McConaughey) y el denso entramado de trágico pesimismo que lo apresa es realmente brillante. Casi que el Dr Gregory House parece un romántico al lado de este cerebro agudo y catastofrista. Excelente guión y grandes actuaciones, una serie muy fuerte y atrapante.